CLAROSCURO

Posé mis rodillas temblando de incertidumbre
caí en un suspiro mientras mis manos parecían sudorosas
el viento fluía con una corriente discreta
que se metía por el hueco de una ventana rota
y heme aquí
entre dos mundos,
en medio de la tristeza y la alegría,
con vistas de ángeles y demonios,
con un ojo en la vida...
y otro en la muerte

Vale la pena tomar una decisión?
Me lleva a algún lado postrarme en el medio?
Qué nos es acaso el equilibrio el designio perfecto de la armonía?

Cierro mis ojos
aspiro un aire frío de madrugada
me quedo callado
espero tu voz
estás aquí?
espero en silencio
y es el sonido del viento quien me apresura

Es que no puedo apreciar un prisma mirando tan sólo una cara!
Es equivocado pensar en una verdad absoluta
cuando la noche se llene de tantas estrellas.

Es anticuado seguir una tendencia tradicionalista
en un mundo tan cambiante.

Quizás el ser humano no ha entendido, en su afán filosófico
Se creen dueños de sí mismos
sin darse cuenta de la necesidad de pensamientos globales

Sigues ahí?
yo sé que esperas por mí
deseas que tome el camino correcto, el de la verdad,
pero es que a veces necesito el negro tanto como el blanco
y si miro hacia un lado
encuentro risas y positivismo,
despreocupación y caridad,
y si miro hacia el otro
encuentro crítica y gritos de justicia,
descubro el poder de mi yo interior,
y asumo el papel de un cisne negro.

No es tan sabio aquel que mire sólo lo malo
viviendo una vida maravillosa
ni tampoco es tonto aquel que teniendo una tormenta sobre sus hombros
vislumbre una luz al final del temporal.

No hay respuesta que me llene
sin embargo decidí mi destino.
Quedarme en el medio de la nada
en un inframundo del pensamiento
donde lo que es, es, por mi propia decisión.

Y cuando abrí mis ojos me vi llorando en un reflejo
de varios charcos que se agitaban dulcemente
y partían mi rostro en mil pedazos
de seguro compartiendo mi lamento
y por un instante, todo fue paz.

Y la noche me envolvió con su oscuridad
hasta que el alba abatió de nuevo mi alma cansada.

Y hoy
nuevamente me pongo de rodillas

entre dos mundos, 

en medio de la tristeza y la alegría,

con vistas de ángeles y demonios,

con un ojo en la vida...

y otro en la muerte.