Mamá, Agatha tuvo un sueño

II

Has llegado a ser ese asqueroso recuerdo de un engaño y ahora te conviertes en un martirio nocturno que no me permite de ninguna manera olvidar a mi padre... o lo que pasó.

Comienzo a llorar, esta siempre es la parte más difícil. Sentir que fue mi culpa, pensar que si me hubiera quedado callada quizás no habrían tenido que prestar tanta atención al asiento trasero del carro donde una chica estalla en una locura frenética e incontenible. ¿Cómo no vieron el trailer? Ya para entonces fue demasiado tarde...tarde...tarde...

...

¡VETE DE AQUI!!!! Maldito hijo de mi padre!! llévate este dolor de mi alma y carga tú esta cruz que buena parte de ella te mereces! ¡Tú eres el resultado de un error! ¡Tú encierras engaños, mentiras, traiciones, deseos carnales, perversión y adulterio detrás de esos ojos de infante! ¡Tú eres el culpable de todo!! ¡No yo! Tú y el maldito día en que naciste trajeron la desgracia a esta casa, a este hogar que durante un tiempo podía llamarse familia!! Jamás perdonaré a mi madre por haberte aceptado bajo estas paredes! Te guste o no y aunque sigas solo viéndome y no digas una sola palabra, tú nunca serás mi hermano, lo escuchaste?? ¡¡NUNCA!!! Mientras yo viva.

Cierro mis ojos de golpe. Necesito calmarme, no quiero verlo!! En la paz de mis pensamientos quizás pueda encontrar una salida, una mísera escapatoria! Piensa en algo lindo! Algo que pude tener... yo pude tener una hermosa vida, estar rodeada de felicidad en cada rincón. Tener muchos amigos, conocer al hombre de mi vida y casarme. Nadar! Siempre quise aprender a nadar. Mientras que ahora tan solo desearía ahogarme, dejar de respirar de una buena vez y terminar por fin con este dolor tan inmenso que existe en mi pecho y me sofoca. Es curioso ver que de mi vida últimamente no recuerde nada. Nada más que repetir una y otras veces los malos recuerdos. Siento que llevo largo rato de estar postrada en esta cama tratando de conciliar el sueño. Pareciera una eternidad. Ya no sé ni lo que hice durante el día, no tengo certeza de ello, como si me hubieran lavado el cerebro cada tarde antes de acostarme y dejaran solo los recuerdos del accidente. ¿Cómo pretende mi subconsciente que me mejore tratándome así? Creo que todo es el resultado de este estado catatónico en el cual vivo ahora. ¡Dios mío pero qué frío hace aquí!. Y me percato que el mocoso ya no está. Tal vez ahora por fin pueda dormir un poco sabiendo que ya no tengo a un pequeño demonio perturbando mi descanso. Y es que eso es lo que necesito: paz. Tranquilidad. Un momento a solas con mis propios demonios internos para tratar de recuperar mi razón o lo poco que queda de ella.

Mamá?...eres tú?... escucho un susurro poco entendible, pareciera la voz de mi madre, no estoy segura. Quisiera levantarme y correr a sus brazos como una chiquita chineada, pero por algún motivo no siento las fuerzas suficientes para hacerlo. Qué mal que est...?? Mamá?...mamá?...no te entiendo mamá. eres tú? Una risotada malvada y sonora me pone los pelos de punta. Casi me para el corazón de un susto! Fue un grito ensordecedor que al final se fue diluyendo en el silencio.  Mamá quién está contigo? Qué pasa? Mamá? Mamá respóndeme por favor!! Mamá?

Por Dios!! He comenzado a desvariar!! Síntoma verdadero de que nuevamente tengo una pesadilla. Son tan frecuentes que ya nos les encuentro un inicio, y la verdad siento que nunca he llegado al final. Escucho voces. Voces a mi alrededor susurrando como para pretender no despertarme de un supuesto dormir placentero Voces a mi alrededor que lo único que traen a mi mente es el crujir de la carrocería despedazando sin piedad el carro de mi padre dejándolo atrapado entre el metal y el vidrio. Voces que me aterrorizan. Sin embargo cuando miro a mi alrededor lo único que distingo es el borde de mi cama, mi cobija que apenas cubre mis pies helados de frío y una oscuridad inmensa que sólo ha permitido entrar a unas luces de autos que pasan por la esquina una y otra vez y que pareciera se detienen un poco cuando doblan por mi casa. Quizás esté equivocada, tal vez solo sea mi mente jugándome otra mala pasada.

Un grito agudo se introduce en lo más profundo de mis entrañas. Es un grito amargo de dolor y carcome punzantemente mis mayores deseos por ver todo esto como una pesadilla más, no puedo creer que esto esté pasando!! Dios mío qué es esto??? La ventana de mi cuarto se ha roto en mil pedazos con un golpe seco que ha hecho trizas los vidrios cayendo sobre mi cuerpo y el suelo llenándome de un terror inimaginable mientras miro sombras que pasan de manera casi imperceptible de un lado hacia otro en mi habitación. Escucho a lo lejos sirenas que poco a poco me parecen más estridentes y crean un total alboroto en mi mente ya bastante convulsionada... no entiendo!!...no...no quiero seguir así, maldición!!! Y lo peor es que en medio de todo esto oigo a lo lejos esa maldita canción!! Repitiéndose infinitamente sin tener indicios de terminar...

!YAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!

...

...

Aspiro varias veces el aire helado de la madrugada intentando no hiperventilar mientras compruebo que todo a vuelto a convertirse en silencio, solo se escucha el viento que golpea mi ventana de manera constante y amenazadora. Aún no abro mis ojos por miedo a lo que pueda descubrir. Parece que de alguna manera logré safarme de esa pesadilla y volver a la realidad, si es que se le puede llamar así de alguna manera. No he logrado recuperar el aliento todavía y vuelvo a escuchar una voz que me llama. Vuelve a ser un murmullo, pero esta vez distingo mejor lo que dice, sin embargo no me tranquiliza, todo lo contrario, llena de un miedo extremo mi alma atormentada...

-"Duerme...Agatha...duerme..."